Los seres humanos tenemos dos tipos de emociones. Las primarias son universales e innatas. Eso significa que todos tenemos la capacidad de expresarlas, independientemente de en qué cultura hayamos crecido. Por su parte, las secundarias surgen de las relaciones que tenemos con los demás. Son las denominadas emociones sociales. Entre las primeras encontramos la alegría, la tristeza, la ira o el asco. Entre las secundarias están la generosidad, la compasión, la bondad o la envidia.
Desde el punto de vista anatómico, las emociones están reguladas por el sistema limbico, ubicado en el cerebro de los mamíferos. Este sistema cuenta con varias estructuras, como el tálamo, el hipotálamo, hipocampo o la amígdala cerebral. Esta última es el gran centro regulador de las emociones y está muy relacionada con el hipocampo, que es el órgano relacionado con la memoria.
Algunos neurotransmisores, como la dopamina o la serotonina, relacionados con las emociones, se producen en el sistema límbico.
Todas estas emociones forman un pack y tienen un carácter adaptativo, permiten que nos adaptemos a determinadas situaciones del día a día.
Salud
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