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¿Por qué es tan difícil dejar de fumar?


Mark Twain dijo: “Dejar de fumar es fácil; yo lo he hecho mil veces”. Quizá lo has intentado también. ¿Por qué dejar de fumar, y mantenerse sin fumar, es tan difícil para tantas personas? La respuesta es: debido principalmente a la nicotina.

Nicotina

La nicotina es una droga que se encuentra naturalmente en el tabaco que es tan adictiva como la heroína o la cocaína. Con el paso del tiempo, una persona se vuelve dependiente físicamente y adicto emocionalmente a la nicotina. Esta dependencia física causa síntomas de abstinencia desagradables cuando tratas de dejar de fumar. Por otro lado, la dependencia emocional y mental (adicción) hace difícil mantenerse alejado de la nicotina una vez se deja de fumar. Se ha demostrado que para dejar el hábito y mantenerse sin fumar los fumadores tienen que lidiar tanto con la dependencia física como la mental.

¿Cómo se adquiere la nicotina, a dónde va la nicotina y por cuánto tiempo permanece?

Cuando inhalas el humo, la nicotina penetra profundamente en tus pulmones. De allí pasa rápidamente al torrente sanguíneo, y es transportada, junto con el monóxido de carbono y otras toxinas, a todo tu cuerpo. De hecho, al inhalarse el humo del cigarrillo, la nicotina llega más rápido al cerebro que los medicamentos que se administran al cuerpo por vena (vía intravenosa).

La nicotina afecta a muchas partes de tu cuerpo, incluyendo el corazón y los vasos sanguíneos, tus hormonas, la manera en que tu cuerpo utiliza los alimentos (tu metabolismo) y tu cerebro. La nicotina se puede encontrar en la leche materna y hasta en la mucosidad del cuello uterino de las mujeres que fuman. Durante el embarazo, la nicotina atraviesa libremente la placenta y se ha detectado en el líquido amniótico y en la sangre del cordón umbilical de los recién nacidos.

Existen factores diferentes que afectan al tiempo que tarda el cuerpo en eliminar la nicotina y sus derivados. En la mayoría de los casos, los fumadores habituales seguirán teniendo nicotina y/o sus derivados, tal como cotinina, en sus cuerpos durante tres a cuatro días después de dejar de fumar.

Cómo los fumadores se hacen adictos a la nicotina

La nicotina causa una sensación placentera y distrae al fumador de las sensaciones desagradables. Esto provoca que el fumador quiera fumar nuevamente. La nicotina también produce un efecto depresivo al interferir con el flujo de información entre las células nerviosas. Los fumadores tienden a fumar más cigarrillos conforme el sistema nervioso se adapta a la nicotina. Esto, a su vez, aumenta la cantidad de nicotina en la sangre del fumador.

Con el paso del tiempo, el fumador desarrolla una tolerancia a la nicotina. La tolerancia significa que se requiere de más nicotina para obtener el mismo efecto que el fumador acostumbraba a obtener de cantidades más pequeñas. Esto causa un aumento en el hábito de fumar. Finalmente, el fumador alcanza cierto nivel de nicotina y entonces sigue fumando para mantener el nivel de nicotina a un punto agradable.

Cuando una persona termina de fumarse un cigarrillo, el nivel de nicotina en el cuerpo comienza a disminuir más y más. Las sensaciones placenteras desaparecen, y el fumador nota que quiere volver a fumar. Puede que comience a sentirse irritado y tenso si pospone fumarse un cigarrillo. Por lo general, no alcanza el punto de sentir síntomas de abstinencia graves, pero el fumador se siente más incómodo con el paso del tiempo. Cuando la persona fuma un cigarrillo, las sensaciones desagradables van desapareciendo, y el ciclo continúa.

Los síntomas de abstinencia de nicotina pueden ocasionar que los exfumadores vuelvan a fumar

Cuando los fumadores tratan de disminuir la cantidad de cigarrillos o dejar de fumar, la ausencia de nicotina origina síntomas de abstinencia, tanto físicos como mentales. Físicamente, el cuerpo reacciona a la ausencia de la nicotina. Mentalmente, el fumador se enfrenta a tener que dejar el hábito, lo cual requiere de un cambio importante en el comportamiento. Emocionalmente, el fumador podría sentir que ha perdido a su mejor amigo. Se tienen que atender todos estos factores para que dé buenos resultados el proceso de dejar de fumar.

A las personas que han fumado habitualmente durante unas semanas o más se les presentarán síntomas de abstinencia si repentinamente dejan de usar el tabaco o reducen significativamente la cantidad de cigarrillos. Por lo general, estos síntomas comienzan horas después del último cigarrillo y alcanzan su mayor intensidad aproximadamente de dos a tres días más tarde cuando la mayor parte de la nicotina y sus derivados ya no están en el organismo. Estos síntomas pueden durar desde unos días hasta varias semanas, y se irán aliviando cada día que se esté sin fumar.

Los síntomas de abstinencia pueden incluir cualquiera de los siguientes:

  • Mareos (pueden durar de uno a dos días después de dejar de fumar).

  • Depresión

  • Sentir frustración, impaciencia e ira.

  • Ansiedad.

  • Irritabilidad.

  • Trastornos del sueño, incluyendo dificultades para dormir, para mantener el sueño y soñar cosas desagradables o hasta pesadillas.

  • Dificultades para concentrarse.

  • Intranquilidad o aburrimiento.

  • Dolores de cabeza

  • Cansancio

  • Aumento del apetito.

  • Aumento de peso

  • Estreñimiento y gases.

  • Tos, boca seca, dolor de garganta y goteo nasal.

  • Presión en el pecho.

  • Ritmo cardiaco más lento.

Estos síntomas pueden causar que la persona empiece a fumar de nuevo para elevar los niveles de nicotina en la sangre hasta que los síntomas desaparezcan.

Otras sustancias en el humo de los cigarrillos

Otros químicos en el humo de los cigarrillos pueden actuar con la nicotina para hacer más difícil dejar de fumar. Aún se realizan investigaciones sobre los efectos del fumar en la monoaminooxidasa (una sustancia química del cerebro). Para algunas personas, los síntomas de abstinencia causan problemas de humor más graves, lo que puede ocasionar peores ansias de fumar y más dificultad para mantenerse sin fumar.

El fumar afecta a otros medicamentos

Fumar también hace que tu cuerpo elimine algunos medicamentos con más rapidez de lo habitual. Cuando dejas de fumar, puede que cambie los niveles de los medicamentos que estés tomando. Este cambio puede ocasionar problemas que se suman a las molestias para dejar de fumar, aunque en realidad no son síntomas de abstinencia. Es aconsejable comentar con tu facultativo si es necesario cambiar o revisar cualquier medicamento que estés tomando después de dejar de fumar.

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