Una rutina muy sencilla para reconectar con el “aquí y ahora”
Quiero proponerte una estrategia simple pero muy eficaz para mejorar tu nivel de auto conciencia en el día a día. Verás que son ejercicios muy sencillos y que te llevará muy poco tiempo incorporar a tu rutina. Sin embargo ofrecen unos resultados notables en la reducción del estrés y de la ansiedad, frente a los problemas de insomnio y al deterioro cognitivo. Te animo a probar esta nueva experiencia.
Llena tu día a día de momentos plenamente conscientes.
Las preocupaciones, las prisas, etc. pueden hacer que nuestra cabeza vaya muy por delante de nuestro cuerpo sin que seamos conscientes de ello. Es normal, no es realista creer que se puede estar permanentemente alejado de las preocupaciones y 100% enfocado en el “aquí y ahora”. Con esta estrategia, buscamos generar pequeños “cortes” en tu rutina que te anclen en el presente varias veces a lo largo del día.
Nada más despertarte, vuelve a cerrar los ojos y comienza un “escaneo” corporal. Mueve poco a poco cada parte de tu cuerpo, comenzando por los dedos de los pies y continuando hacia arriba. Siendo consciente de cada una de ellas.
Esto permite recuperar la conciencia física del cuerpo tras el sueño, pero también conviene aprovecharlo como un momento de agradecimiento por el nuevo día, al que se da la bienvenida con positivismo.
A continuación siéntate en la cama y realiza pequeños estiramientos de cada grupo muscular. Con ello terminarás de tonificar tu cuerpo antes de ponerte en marcha.
A lo largo del día
Lo ideal es tener pequeños momentos de “reconexión” con relativa frecuencia. Un intervalo interesante puede ser cada dos horas (puedes ponerte una alarma para acordarte), y lo llevas a la práctica durante unos minutos.
Simplemente tienes que cerrar los ojos y concentrarte en tu respiración, estés donde estés, deja fluir y escucha las sensaciones de tu cuerpo (sin analizarlas en profundidad).
A las personas más estresadas o dispersas también les conviene ejercitar su nivel de conciencia plena en acciones concretas.
Por ejemplo:
• Al ducharte, concéntrate en cómo caen el agua y el jabón por tu cuerpo, qué sensaciones producen en tu piel…
• Al comer, cierra los ojos y siente como estimula cada sabor tus papilas gustativas. Mastica bien y con calma, siendo consciente de cada movimiento de tu mandíbula y de cómo se mueve el alimento por tu boca.
• Al caminar, siente durante unos minutos en todo lo que experimenta tu cuerpo al moverse, en cómo actúa cada parte, en qué músculos se movilizan, en cómo los acompaña tu respiración. No te preocupes en exceso si de repente descubres una molestia o algo que te duele levemente. La conciencia plena permite, precisamente, escuchar mejor al cuerpo y lo que trata de transmitir, por lo que es normal apreciar cosas que normalmente no se captan.
A última hora
Un rato antes de meterte en la cama, apaga el móvil. No lo silencies ni lo bloquees, sino apágalo. Enfócate en tu cuerpo, en sus sensaciones y en todo lo que te rodea.
Realiza breves estiramientos de cada zona muscular del cuerpo, haciéndote consciente de cada movimiento y concentrándote en tu respiración. Eso te ayudará a irte a la cama menos entumecido y a descansar mejor.
Una vez acostado, cierra los ojos y mantén esa respiración lenta y consciente. Trata de expulsar cualquier pensamiento de tu cabeza y concéntrate en una sola imagen (un paisaje, un cuadro, un color) que te ayude a relajarte.
Si en algún momento descubres que tu mente ha regresado al punto de partida, tranquilo, simplemente vuelve a la imagen estática y continúa respirando.
Predisponerse a la salud
Vivir el momento presente ayuda a mejorar las defensas, tanto físicas como mentales, y a preservar el delicado equilibrio emocional que sostiene todos los ámbitos de la vida: las relaciones personales, familiares, laborales.
En definitiva, te ayudará a afrontar los problemas con tranquilidad y energía positiva y al mismo tiempo te estará predisponiendo para la salud y el bienestar.
¿Podemos pedir mas?
Centro Luri acupuntura y naturopatia