Puede que te haya pasado más de una vez. En plena sobremesa, tras una buena comida… y de pronto, notar que algo va mal ahí dentro.
Pueden ser gases.
O un traicionero retortijón.
O un ataque de acidez o reflujo.
O simplemente, comienzas a darte cuenta de que te espera una digestión pesada y dolorosa que va a borrar de golpe todo el placer con el que disfrutaste tu plato favorito. Para muchas personas la digestión puede ser un drama. Bien porque su sistema digestivo se resiente o bien porque tienen que renunciar a ciertos platos y alimentos.
Es lo típico de “me encanta el cocido, pero me sienta mal” o “de buena gana me comía unos huevos fritos, pero no me atrevo”. Es verdad que son platos para tomar de vez en cuando y queremos disfrutarlos.
¿Qué hacer ante esta situación? ¿Resignarnos y olvidarnos de todas esas comidas que nos gustan pero qué sientan (literalmente) como una patada en el estómago?
Como siempre, la medicina convencional ofrece soluciones incompletas y no demasiado satisfactorias: antiácidos, inhibidores de la bomba de protones, fármacos para controlar el reflujo, para evitar flatulencias… todo aderezado con numerosos efectos secundarios que muchas veces perjudican otros órganos del cuerpo.
Vivimos en un país que posee una enorme riqueza gastronómica; nuestros chefs son famosos en todo el mundo; millones de personas procedentes de otros países viajan a nuestra tierra para degustar nuestros platos y productos típicos. Renunciar a nuestra gastronomía puede ser realmente frustrante.
No es necesario recordar lo malo que es padecer problemas digestivos, aunque si creo que lo sea hablar de soluciones efectivas y naturales para mejorar esos problemas y volver a disfrutar del placer de comer.
Hablamos de 5 plantas que poseen numerosas propiedades beneficiosas para el sistema digestivo. Podrás pensar: “vaya, otro remedio natural de esos que tardan días en hacer efecto … sí lo hace, y, yo necesito algo que funcione YA”.
Pues bien, los efectos de estas plantas se hacen notar en poco mas media hora. Lo único que tienes que hacer es tener en tu armario de la cocina los siguientes ingredientes. Fáciles de obtener y mucho más de tomar.
Jengibre: especialmente indicado para mejorar el funcionamiento del tubo digestivo, pues protege la mucosa gástrica del estómago y posee propiedades inflamatorias. Numerosos estudios científicos le atribuyen un inmenso valor en el tratamiento de diversas dolencias gástricas como estreñimiento, dispepsia, distensión abdominal, gastritis, malestar epigástrico, ulceraciones gástricas o indigestión.
Alcachofa: esta hortaliza, además de ser un sabroso y nutritivo alimento, posee propiedades depurativas y contribuye a la salud de un órgano tan importante como el hígado. En combinación con el jengibre, ambas plantas refuerzan mutuamente su beneficiosa acción sobre él tubo digestivo.
Hinojo: esta planta es ideal para los problemas de indigestión, digestión pesada o empacho. Asimismo, ayuda a eliminar los gases del cuerpo, evitando las molestas flatulencias y el meteorismo. Además de ser una fuente de antioxidantes naturales, contribuye a eliminar líquidos y favorece la pérdida de peso por retención. También es útil para acabar con la halitosis.
Alcaravea: también denominada comino de prado, posee un enorme poder carminativo. En otras palabras, favorece la expulsión de los gases y reduce su producción. Y es que, aunque puedan parecer un problema menor, las flatulencias no solo irritan el intestino y contribuyen a la hinchazón, sino que también pueden ser un síntoma de qué se está produciendo un desequilibrio en la flora intestinal.
Menta piperina: este cruce de menta acuática y hierbabuena, favorece la secreción de bilis, lo que ayuda a la producción de enzimas digestivas, con la consiguiente mejora de todo el proceso digestivo. Asimismo, es realmente efectiva para acabar con el dolor producido por los gases y la hinchazón.
Estas cinco plantas pueden convertirse en los mejores aliados de tu sistema digestivo. Puedes combinarlas o tomarlas por separado, depende del problema que tengas en cada momento, o más bien, de lo agudo que éste sea.
La naturaleza nos ofrece de forma natural todo lo que necesitamos, sólo es cuestión de dedicar un poco de tiempo a investigar y probar que es lo que mejor nos funciona a cada uno.
